martes, 2 de julio de 2013

Agente Financiero

Guillem Reig y Josep Maria Reig.

Nos pasamos toda la vida trabajando duramente y ahorrando para prevenir situaciones futuras como la compra de una casa, los estudios de nuestros hijos, una buena cobertura sanitaria o nuestra jubilación. Todo ello, objetivo de nuestros esfuerzos y sacrificios en el trabajo y en el ahorro. Por lo tanto, debemos ser muy prudentes y cuidadosos en la elección de un agente financiero.
Así como empleamos nuestro mayor celo en la elección del profesional médico que cuidará de nuestra salud, igualmente debemos emplear el mismo celo en la elección del  agente financiero, que es quien velará por la salud y seguridad de nuestros ahorros y la calidad de nuestras inversiones.
La certeza de una formación, buena y continuada, y una probada y dilatada experiencia, nos permite llegar al nivel de confianza necesario para exponerle nuestras inquietudes y seguir sus consejos. Estos requisitos los encontramos fácilmente entre aquellos profesionales adscritos a las empresas de servicios de inversión y por lo tanto sujetos a la regulación, control y supervisión de los organismos reguladores, en este caso la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Sólo la honestidad en la actuación y el acierto en la selección de las mejores opciones para las distintas necesidades de cada cliente permiten obtener la máxima satisfacción.
Tanto, o más importante que la rentabilidad de los activos objeto de inversión, es la figura del agente financiero.
Si consideramos a las Sociedades de Valores como GVC Gaesco una puerta de acceso a los mercados de capitales, nacionales e internacionales, el agente financiero de la misma acompaña al inversor en el complejo y cambiante entorno, a menudo hostil, del mundo económico actual, donde todos compiten por un  bien escaso, el dinero, para conseguir los objetivos financieros de ahorro e inversión.