Jaume
Puig.
Director general de GVC Gaesco
Gestión
Las
bolsas
acumulan fuertes subidas durante el año, si bien las cotizaciones se encuentran
todavía a medio camino en el proceso de convergencia hacia los
valores
fundamentales,
que son muy superiores. En otras palabras, pese a las subidas, las bolsas siguen
siendo, en su conjunto y en diferente grado, muy baratas.El índice
Eurostoxx-50,
que en poco más de un año ha pasado del nivel 2.000 al 3.000, sigue estando
lejos del valor que debería tener en función de los resultados
empresariales de
las empresas que lo componen, que justifican niveles entorno al
4.500.
Curiosamente,
coinciden con los niveles que el índice ya alcanzó en el 2007. El
Ibex
35,
que en poco más de un año ha pasado del nivel 6.000 al 10.000, sigue igualmente
estando lejos del valor que debería tener en función de los resultados de las
empresas que lo componen, que justifican niveles entorno al 13.500. Estos son,
sin embargo, inferiores a los que este mismo índice alcanzó en el 2007.
Las
alzas acumuladas no constituyen pues un punto y final sino más bien un suma y
sigue.
Los
Pilares de la subida
Las
bolsas y el conjunto de la comunidad inversora viven hoy realidades muy
distintas, casi opuestas. Los mercados
de renta variable mundiales
se encuentran en la actualidad en una situación que podríamos calificar poco
menos que de idílica. Los
resultados empresariales actuales se encuentran en máximos históricos. Los
crecimientos de los resultados empresariales previstos para los próximos dos
años duplican los crecimientos habituales. Los múltiplos de valoración se
encuentran por debajo de sus medias históricas y, sobre todo, son inferiores a
los que deberían ser según las técnicas habituales de valoración de
empresas.
Existen
flujos monetarios continuados desde activos financieros que ofrecen una escasa
remuneración, como los depósitos
bancarios
o la renta
fija,
hacia los mercados bursátiles. Los
tipos de interés reales son negativos.
Los márgenes
empresariales
no paran de crecer, se han situado en máximos históricos en países como EE.UU. y
van camino de ello en Europa. Las sorpresas a las publicaciones
de resultados de
las empresas siguen siendo positivas y las sorpresas en las publicaciones de
beneficios son mayores que las habidas en las publicaciones de la cifra de
ventas. Las opas
de empresas cotizadas
a precios muy superiores a las cotizaciones se suceden, véase el caso de los
múltiplos pagados en la opa a Celesio, en Alemania, esta misma semana. Se
multiplican las denominadas colocaciones
aceleradas
que se cierran a las pocas horas. El fuerte crecimiento
económico global amparado
en la ingente expansión
de la clase media a
escala mundial, que contrasta con la destrucción de clase media en unos pocos
países como el nuestro, impulsa el crecimiento
de ventas y beneficios de unas empresas globalizadas.
Y, por si fuera poco, los inversores, tanto institucionales como particulares,
disponen de un porcentaje de renta variable en sus carteras muy bajo en términos
generales e inferior a su media histórica. Grandes
descuentos fundamentales, fuerte crecimiento delos beneficios empresariales y
flujos monetarios favorables a la renta variable son los tres grandes pilares,
muy sólidos todos ellos, sobre los que se sustenta la subida
bursátil.
Pero
¿y la comunidad inversora?Debería estar satisfecha con la subida de las bolsas;
sin embargo, no lo está del todo. El motivo es claro:
existe a nivel general una infraponderación de la renta variable en las carteras
de los inversores.
Ello hace que existan muchos inversores que tienen la sensación que el mercado
se les ha escapado, y que albergan unos grandes deseos de que las bolsas
corrijan fuertemente y se acogen a cualquier razonamiento que lo sustente, por
marginal que pueda ser. Si un inversor ha podido comprar a 6.000, a 7.000, a
8.000 y a 9.000 y no lo ha hecho; una vez observa el mercado en 10.000 tiene
dudas de cómo proceder. Es normal. Yo sólo efectuaría una reflexión, existen
niveles que, una vez superados, ya no se ven nunca más. ¿Puede alguien pretender
comprar en el Ibex a niveles de 100, 500, 2.000, o 4.000? Lo tiene muy difícil.
De la misma forma, creo que a
partir de un cierto tiempo será misión imposible adquirir en el Ibex por debajo
de 10.000. Hágalo mientras pueda.
Nota:
Este artículo fue publicado en el suplemento Dinero de La Vanguardia el pasado
domingo 27 de octubre de 2013.