Los siento. Para todos aquellos que os queréis hacer ricos o al menos llegar a acumular un patrimonio decente siento deciros que salvo golpes de fortuna no hay atajos para ser multimillonario. Olvidaros de casinos, bitcoins, pelotazo en Bolsa o inmobiliarios. Al menos para Warren Buffett sólo hay dos claves para poder acabar acumulando un patrimonio significativo y en la ecuación del éxito existen dos factores clave: Ahorrar y el tiempo.
El potente hábito de ahorrar:
Según Buffett es clave que nos inculquemos o nos inculquen el hábito de ahorrar lo más pronto posible y es importante que sea lo más pronto posible porque el factor tiempo es determinante. Uno puede hacerse rico con un golpe de suerte, de fortuna o teniendo una especial habilidad, pero no nos engañemos, para la mayoría de la gente es en teoría mucho más fácil hacerse rico lentamente que de forma rápida.
Y para hacerte rico lentamente sólo existe una clave. Poder ahorrar, Es decir gastar menos de lo que ingresas. Un hábito que nuestros abuelos tenían muy bien inculcado en su ADN después de pasar grandes penurias, que nuestros padres empezaron a olvidar y que mucho de nosotros ya ni sabemos lo que es.
Y si, lo reconozco, ahorrar no es nada fácil, pero recordáis como vivían vuestros abuelos. Los mismos muebles durante años, pocos viajes de placer por no decir ninguno, el mismo coche durante 10 o 15 años, la misma casa durante casi toda su vida. El secreto que tenían era simple, al recibir un ingreso, lo primero que hacían era destinar una parte de él al ahorro. Después gastaban lo que necesitaban en comida, y ropa, y si finalmente sobraba algo, cosa que no solía pasar, se permitían algún que otro lujo.
Podéis considerar que bueno, que para poneros a ahorrar siempre estaréis a tiempo, dentro de unos años, cuando seáis mayores y ganéis más dinero tendréis más capacidad para ahorrar. Pero ahorrar es un hábito y si no se adquiere pronto después es muy mucho más complicado poder adquirirlo. Sin el hábito de ahorrar, los gastos subirán de forma paralela a vuestros ingresos y nunca será el momento oportuno para empezar a ahorrar.
Si la explicación no os ha convencido es dejo un ejemplo:
Juan y Pedro tienen 25 años. El primero gana un salario anual de 40 mil dólares al año, el segundo, Pedro, gana 80 mil dólares al año. Juan empieza a ahorrar el 10% de sus ingresos (es decir unos 4 mil dólares al año) a los 25 años. Pedro espera al llegar a los 40 años a empezar a ahorrar un 10% de sus ingresos. Cada uno obtiene un incremento de sueldo del 2,5% anual y en la parte que destinan al ahorro obtienen una rentabilidad anual media del 7%.
A pesar de que Pedro ha ganado durante toda su vida el doble que Juan, ¿Sabéis cual de los dos será más rico cuando tenga 73 años?
Efectivamente, Juan tendrá a esa edad 2,3 millones de dólares y Pedro, a pesar de ganar el doble que Juan durante toda su vida tendrá 2,1 millones de dólares de riqueza acumulada.
La moraleja tiene que ser clara. Tan pronto como empieces a tener ingresos, el gasto prioritario para ti, antes que pagar una cuota de una hipoteca, comer, vestirte o pagar el alquiler debería ser obligarte a pagarte a ti mismo un porcentaje de tus ingresos que predetermines con el fin de poder ir construyendo un hábito de ahorro.
Se que no es nada fácil conseguirlo, pero nadie dijo que llegar a ser rico fuera sencillo.
Nota: El problema que tenemos hoy en día es que hemos pasado de tener inculcado el hábito del ahorro al tener inculcado el hábito del gasto y esto financieramente es terriblemente destructivo. Lo normal es que Pedro en lugar de acabar con 2,1 millones de dólares en su cuenta, siga con su hábito de gasto y acabe endeudado hasta las cejas y se pasará toda la vida angustiado porque no tiene ningún tipo de colchón de seguridad.
Vía Motley Fool
Y para hacerte rico lentamente sólo existe una clave. Poder ahorrar, Es decir gastar menos de lo que ingresas. Un hábito que nuestros abuelos tenían muy bien inculcado en su ADN después de pasar grandes penurias, que nuestros padres empezaron a olvidar y que mucho de nosotros ya ni sabemos lo que es.
Y si, lo reconozco, ahorrar no es nada fácil, pero recordáis como vivían vuestros abuelos. Los mismos muebles durante años, pocos viajes de placer por no decir ninguno, el mismo coche durante 10 o 15 años, la misma casa durante casi toda su vida. El secreto que tenían era simple, al recibir un ingreso, lo primero que hacían era destinar una parte de él al ahorro. Después gastaban lo que necesitaban en comida, y ropa, y si finalmente sobraba algo, cosa que no solía pasar, se permitían algún que otro lujo.
Podéis considerar que bueno, que para poneros a ahorrar siempre estaréis a tiempo, dentro de unos años, cuando seáis mayores y ganéis más dinero tendréis más capacidad para ahorrar. Pero ahorrar es un hábito y si no se adquiere pronto después es muy mucho más complicado poder adquirirlo. Sin el hábito de ahorrar, los gastos subirán de forma paralela a vuestros ingresos y nunca será el momento oportuno para empezar a ahorrar.
Si la explicación no os ha convencido es dejo un ejemplo:
Juan y Pedro tienen 25 años. El primero gana un salario anual de 40 mil dólares al año, el segundo, Pedro, gana 80 mil dólares al año. Juan empieza a ahorrar el 10% de sus ingresos (es decir unos 4 mil dólares al año) a los 25 años. Pedro espera al llegar a los 40 años a empezar a ahorrar un 10% de sus ingresos. Cada uno obtiene un incremento de sueldo del 2,5% anual y en la parte que destinan al ahorro obtienen una rentabilidad anual media del 7%.
A pesar de que Pedro ha ganado durante toda su vida el doble que Juan, ¿Sabéis cual de los dos será más rico cuando tenga 73 años?
Efectivamente, Juan tendrá a esa edad 2,3 millones de dólares y Pedro, a pesar de ganar el doble que Juan durante toda su vida tendrá 2,1 millones de dólares de riqueza acumulada.
La moraleja tiene que ser clara. Tan pronto como empieces a tener ingresos, el gasto prioritario para ti, antes que pagar una cuota de una hipoteca, comer, vestirte o pagar el alquiler debería ser obligarte a pagarte a ti mismo un porcentaje de tus ingresos que predetermines con el fin de poder ir construyendo un hábito de ahorro.
Se que no es nada fácil conseguirlo, pero nadie dijo que llegar a ser rico fuera sencillo.
Nota: El problema que tenemos hoy en día es que hemos pasado de tener inculcado el hábito del ahorro al tener inculcado el hábito del gasto y esto financieramente es terriblemente destructivo. Lo normal es que Pedro en lugar de acabar con 2,1 millones de dólares en su cuenta, siga con su hábito de gasto y acabe endeudado hasta las cejas y se pasará toda la vida angustiado porque no tiene ningún tipo de colchón de seguridad.
Vía Motley Fool